Como afectan las espigas en los perros
Con el calor, van apareciendo diferentes hierbas que germinan y desarrollan conjuntos de espigas que se van desprendiendo de la planta según se va secando, con el viento o con el roce del paso de animales y personas. Las espigas son semillas de las plantas gramíneas, tienen una forma en punta de flecha y unos pequeños ganchos. Cuando se secan y se desprenden quedan adheridas al pelo de los animales o se introducen por diferentes orificios: nariz, oídos, ojos…
Esta forma de paraguas les permite quedar fuertemente pegadas a los animales y se van hundiendo cada vez más en el punto donde se han enganchado.
Las principales patologías que producen las espigas son:
- Otitis, al introducirse en el oído. Si tu perro sacude la cabeza o el decanta constantemente hacia un lado, puede que tenga una espiga en los oídos.
Resultan muy dolorosas para el perro si tenemos en cuenta que el interior del oído es muy sensible y el material de la espiga es áspero y de gran rudeza. Si profundizan en el interior del conducto auditivo pueden llegar a perforar el tímpano.
Nuestros profesionales te ayudarán a extraer las espigas de tu perro
- Introducción en las fosas nasales. Si el perro estornuda sin razón y se restriega el hocico con las patas es posible que haya inspirado aire junto a las espigas. Es más frecuente de lo que se podría suponer y provoca una fuerte irritación de la nariz, siendo los principales síntomas los estornudos exagerados de aparición súbita. La extracción en este caso es más complicada que en el oído, ya que es necesaria la anestesia general.
- Una espiga en el ojo. A veces las espigas también pueden entrar en los ojos. Notaremos que el animal lleva el ojo cerrado, muy inflamado y tiene dolor. La espiga se puede encontrar bajo los párpados. Debemos hacer una buena exploración oftálmica pues puede provocar úlceras corneales y extraer la espiga con un colirio anestésico y tranquilizantes, si es necesario.
- En el interior de la boca, se clavan en las encías provocando infecciones, con trastornos de la deglución. Se pueden encontrar incluso en los conductos de las glándulas salivares, provocando infecciones e inflamaciones de estas glándulas.
- Espigas interdigitales, las que vemos con mayor frecuencia después de las auriculares. Se producen cuando la espiga se queda en un primer momento enganchada en el pelo entre dos dedos, para posteriormente ir presionando y atravesando la piel hasta introducirse en la pata y producir una infección. Se localizan para que el perro se muerde o se lame la zona, cojea y sangra o supura por una herida o fístula que encontramos entre los dedos. Es imprescindible la extracción quirúrgica de la espiga para conseguir la curación y evitar que pueda seguir migrando hacia el interior.
En caso que identifican cualquiera de los síntomas mencionados en tu mascota, ven al Hospital Veterinario y nuestros profesionales te ayudarán a extraer las espigas de tu perro.